El rostro requiere un cuidado especial, su piel es más fina y delicada. Además está expuesta al uso de maquillajes de forma diaria, para lucir un rostro espléndido se debe realizar un adecuado lavado.
Se debe realizar el lavado del rostro al menos 4 veces al día con agua y un jabón neutro, idealmente de glicerina. Se deberá mojar el rostro con agua fría, se formará espuma en las manos con el jabón y luego se esparcirá por toda la cara, realizando movimiento circulares. Hay que evitar que el jabón entre en contacto con los ojos. Luego de unos masajes circulares se deberá enjuagar el rostro con abundante agua fría.  Con este proceso se logra la eliminación de la grasitud natural de la piel y las impurezas acumuladas a lo largo del día.

No se debe utilizar agua tibia o caliente para el lavado de la piel de la cara, para mantener la piel flexible y suave.
Una vez al día se puede utilizar una crema limpiadora con poder astringente para realizar una limpieza profunda siguiendo las instrucciones del fabricante. Se recomiendo masajear el rostro con la crema al menos un minuto para obtener los mejores resultados. No se deberá utilizar con mayor frecuencia porque puede generar una piel seca.