Desde hace siglos se han utilizado fragancias para perfumar el cuerpo. Al inicio se utilizaban como forma de decoración y demostración de un estatus social alto. Sólo la clase alta utilizaba perfumes en su cuerpo, generalmente utilizado por la nobleza.
En las últimas décadas el perfume ha adquirido un uso más específico además de utilizarse para disimular los olores propios del cuerpo. La traspiración de la piel produce un olor característico que se impregna en las ropas que se utiliza.

El uso de perfumes en la actualidad está guiado por un fenómeno de moda, como forma de exaltar la belleza propia de la persona. Normalmente los perfumes eras reservados para el público femenino, pero actualmente existe una amplia oferta de perfumes para hombres.
La abundancia de perfumes permite encontrar fragancias para todos los gustos y tipos de piel. Existen perfumes producidos por grandes empresas que representan importantes marcas a nivel mundial, con un reconocimiento intachable.
Cada perfume tiene una fragancia única pero que varía en cada persona, las características de cada piel producen que el aroma final del perfume tenga su variante individual.
El uso de perfume es una tradición diaria tanto en mujeres como hombres como forma de agregar otro elemento para alcanzar la máxima estética.