El consumo abundante  de alimentos o un gasto de energía bajo o ambas situaciones lleva a acumulación excesiva de calorías en el organismo. Todas las calorías sobrantes se transforman en grasas que se depositan a nivel corporal. En las mujeres la grasa se acumula a nivel de las caderas, piernas y abdomen.

La liposucción es una técnica que permite la extracción de la grasa depositada a nivel subcutáneo, debajo de la piel. La misma consiste en la inserción de un catéter, se inyecta una sustancia que contribuye a degradar la grasa y luego la misma es aspirada.
La liposucción no consiste en una técnica para adelgazar sino que se busca una remodelación corporal, retirando aquel exceso de grasa superficial en algunos sectores del cuerpo, especialmente los más expuestos a nivel estético.

Esta técnica de remodelación corporal debe ser combinada con un tratamiento integral para bajar de peso y disminuir la grasa de forma integral, de esta forma lograremos que los resultados se mantengan en el tiempo. Si no se modifican los hábitos de alimentación hacia una ingesta balanceada y equilibrado el cuerpo recuperará la grasa eliminada por la liposucción en poco tiempo. Se requiere hacer un tratamiento de mantenimiento para lograr los mejores resultados estéticos en el mediano plazo.