La piel del rostro tiene características particulares en relación con el resto de la piel del cuerpo. La piel de la cara es más fina y flexible, pero marca más el avance de los años. Además cualquier mancha de piel o lesión será muy visible afectando la estética de la persona.
Las mascarillas faciales contribuyen aportando sustancias beneficiosas y una hidratación local como forma de aumentar la tonicidad y flexibilidad natural.

Una variedad son las mascarillas faciales frutales que constan en la aplicación de una mezcla de varias frutas de diversos colores por las sustancias que aportan.
Es necesario obtener varias frutas frescas, de preferencia de colores variados, las mismas se deberán cortar en rodajas en el momento previo de ser utilizadas.
Se realizará un lavado del rostro, luego se aplicará sobre el mismo una crema acuosa sin perfume. Se irán agregando rodajas de las siguientes frutas: kiwi, naranja, frutilla y melón. La combinación de frutas puede variar, pero se recomienda tener al menos 3 frutas con colores diversos, lo que asegura un mejor aporte de sustancias nutritivas para la piel.
La mascarilla facial frutal se deberá dejar por al menos 30 minutos, luego de la cual se deberá lavar el rostro con agua y un jabón neutro sin perfume.